Rosetta

Reí al escuchar su experiencia en la fiesta de mi Facultad y realmente no me sorprendía debido a que en esas fiestas pasaban de todo y era un descontrol total y graciosamente, ese descontrol es lo que hacía divertidas las fiestas, algo normal tomando en cuenta que todos ahí éramos jóvenes que lo único que queríamos era divertirnos-Te entiendo, esas fiestas siempre se salen de control, el año pasado encontraron a una pareja en el armario y dos chicos acabaron el golpes en la piscina, nada más épico que eso-dije con diversión riendo, porque como dije, esas fiestas resultaban ser todo un caos y por esa razón, cada año se organizaba, creo que era de las fiestas más esperadas del año.

Seguimos caminando hacia nuestro destino y por mi mente solo pasaban dos cosas ¿qué iba a comer? y ¿Quién era él? Ya me había dicho que me conocía de la fiesta de Diseño pero vamos, cualquiera podría inventarse eso así que ¿cuáles eran sus verdaderas intenciones? Sí, siempre era así de desconfiada, pero hoy en día y, una ya no sabe en quien confiar y era raro por el hecho de que él ya sabía mi nombre ¿acaso me habrá investigado?

No dije más y lo seguí escuchando, quizás así averiguaba sus verdaderas intenciones-¿Encuesta?-repetí un poco confunda, entonces todo esto ¿se trataba de una encuesta? Sonaba extraño pero no iba a cuestionarlo, además ¿qué tan malo podría ser? Digo, en caso de que las preguntas no fueran adecuadas, no pasaba nada más allá de que lo dejara solo y me fuera del lugar-Claro, me gustaría ayudarte-terminé por responderle mientras llegábamos a la cafetería  y me formaba para ir por mis alimentos porque no voy a negar que tenía un poco de hambre y si no comía algo, me pondría de muy mal humor