María Posada

Seguí sentada en aquél tronco pensando en muchas cosas como ¿qué hubiera pasado si hubiera besado a Manolo aquella en mi balcón? O si tan solo hubiera desistido de su invitación aquella noche, quizás podríamos a ver planeado alguna otra salida y nada de esto estaría pasando, porque en lugar de estar buscando a Joaquín, estaría buscando a Manolo, a mi Manolo y quizás, podríamos ser felices juntos en este pueblo, sin las presiones de mi padre o la amenaza al pueblo, al menos aquí podríamos vivir nuestro amor y saber cómo sería estar juntos porque era obvio que al volver a San Ángel, mi padre me obligaría a casarme con Joaquín y me convertiría en María Mondragón, pfff, no podía pasar nada peor.

Tomé una flor y jugué con ella entre mis manos luego de soltar un suspiro, porque no me sentía bien, me sentía sola, sola y culpable y la única persona con el poder de hacerme cambiar de opinión ya no estaba en este mundo y debía aceptarlo porque no podía estar deprimida el resto de mi vida, debía ser fuerte por ambos, sabía que a él no le gustaría verme así.

Estaba tan sumergida en mis pensamientos mirando hacia la nada que no me percaté que ya no estaba sola hasta que las palabras de una joven rubia me sacaron de mi ensimismamiento.

La miré unos segundos como intentando reconocerla, quizás ella también vivía en San Ángel, no lo sabía, pero al escuchar su nombre confirmé que no era ninguna conocida, porque el pueblo era pequeño y estaba segura que no había nadie con ese nombre-Un gusto Alice, mi nombre es María-respondí con una sonrisa dibujada en mis labios, ya que la mejor manera de hacer amigos, era con una gran sonrisa en el rostro, o eso es lo que me habían dicho las monjas del internado en España-En cuanto a tu pregunta, tienes toda la razón, es un lugar hermoso y tranquilo, me relaja mucho-porque me recordaba al hermoso jardín del internado en el que pasaba horas cuando me ponía sensible y nostálgica-Espero no haber interrumpido ni nada-añadí de inmediato porque quizás tenía un lugar secreto para relajarse así como yo en el internado